La felicidad

absoluta no existe, pero esto se le parece bastante.

Tras 17 meses sin trabjar, he conseguido equilibrar mi vida, aprender a disfrutar de mi tiempo. Dormir bien, levantarme descansada tras 8 horas de sueño reparador, libre casi todas las noches de extravagancias e interrupciones. Dedicar tiempo a cosas que me gustan: mi casa, jugar con mi gata, leer, estudiar. No ir corriendo de un lado para otro, hacer la compra ha dejado de ser una prueba olímpica, casi casi me empieza a gustar y todo. Mi espalda: escucharla, hablar con ella, sentir como reacciona cada músculo cuando me subo a las máquinas. Conducir despacio – o casi – dando paso a los que creen que se acabará el mundo si ellos llegan tarde… yo era así. Pero un día desapareces y el mundo sigue girando, como si tal cosa.

Estos días hemos sabido de la muerte de Cristina. No por esperada impacta menos. Nos ha generado un sentimiento extraño, de proximidad en la distancia. Tantos años después de separarnos en el cole, no podemos decir que la echaremos de menos, pero su enfermedad, su lucha, su muerte te hace pensar. Y es triste. La muerte de una madre de dos bebés con 43 años es una putada. “Disfrutemos de cada día” firmábamos los correos.

Eso hago yo: disfrutar cada día, hasta los malos, como si fueran el último. No dejaría huérfanos ni viudo, pero me cabrea la idea de morir sin haber aprendido a ser feliz, pq en eso consiste disfrutar de la vida. No necesito hacer grandes cosas, no echo de menos viajar para ver mundo. ¿Otras culturas? vale…pero la mía es en la que vivo y donde he de sentirme en casa. Y contra todo pronóstico, contra la opinión de mi mami, que sigue cuestionando mi decisión de no trabajar, contra la mirada mosqueada de mi hermana que sigue preguntándose como lo hago. Contra todos, pq nada les debo, me reafirmo cada día en mi manera de vivir, del cuento como digo yo.

Y en este aprendizaje he descubierto cosas de mi misma que intuía: soy una tía valiente y cojonuda. Me enfrente a mis miedos y poco a poco los supero. Me planteo pequeños retos que poco a poco voy superando para dar un pasito más. Y eso me hace feliz, inmensamente feliz. Mucho más que las J, la S o cualquier otra letra que decida caminar a mi lado durante un trecho.

No necesito a nadie. No echo de menos a nadie. Me tengo a mi misma y los ronroneos de mi K….¿qué más se puede pedir? sinceramente, creo que nada…

 

Ronroneos

Cuando tu vida se rige por dos letras, la J y la K, pasan cosas extrañas.

De repente, las J se mueven, se acercan, se dejan llevar… una especialmente, claro está. Se acerca tanto que hasta se ha dejado acariciar… lástima que las J no sepan ronronear como lo hace mi K mayúscula, Kissa.

Sigue su proceso de marinización, ya se mueve a gusto por CCLS siempre y cuando estemos en puerto.

En el mar, su estómago sigue revolviéndose contra la decisión de que sea una gata marinera. Dadme tiempo…

 

Mi otra K sigue progresando, lentamente :) pero ya hemos cruzado 6 metas volantes! :)

Duele la ausencia. Lo sabemos desde hace tiempo…. aprendes a vivir con ella, a convivir, a hacerle un hueco en tu cama y a compartir con ella esa nueva bañera XXL. La ausencia se convierte día a día en tu compañera inseparable, en tu confidente. Escucha silenciosa, ni tan siquiera asiente cuando le confiesas tus más íntimos sentimientos. Te acompaña y lo agradeces, pero duele, coño.

Y de repente, la ausencia se transforma es una presencia, aquella presencia tan añorada. Y duele más!!! Y tú te quedas con cara de tonta, echando de menos la ausencia de esa presencia recuperada…

Ainsh, porqué somos tan complicados…

:)

 

Iba a ser un gran día…

48 horas con B, de risas, confidencias, recuerdos y vino, mucho vino, daban paso a un nuevo fin de semana, lleno de promesas: mi pequeño CCLS se ponía en buenas manos, reencuentro a bordo muy esperado con J, cervecitas para ellos, agua para mi y como final feliz, mañana mi primera regata.

No decir las cosas en su debido momento provoca que se te hagan grandes dentro, y acaban saliendo. Así que entre platos de ensalada, algo viscoso, con tufillo a podrido de mucho tiempo, ha empezado a deslizarse sobre la mesa informal que compartía con mi querida P hasta pringarlo todo, tanto que nos ha hecho resbalar.

P. se ha ido. Me da miedo pensar que para siempre. Pero si es así, bon vayage ma chère amie. Mi nivel de tolerancia, mi capacidad de comprensión, mi amor incondicional y mis ganas de compartir neuras ajenas están muy bajo mínimos…

No regata, no J, no P… puta mierda de día.

 

 

Nuba

Kissa lleva un par de meses en casa. Se parece a Nuba, más rubia, pero con esas manchas de romana europea tan características…

Nuba me adoraba. Kissa me quiere.

Yo adoraba a Nuba. Quiero a Kissa.

Nunca pensé que echaría tanto de menos a un bicho…18 años juntas, mi alter ego, mi niña, mi refugio…

Kissa es adorable. Y naveganta. Pero nunca será Nuba…
Y aunque le pegue más, no quiero que sea lagatadepaseo :)

 

Cambio de planes

1. Paso de los médicos: paso de ir a más, de escucharles. De drogarme. Bueno, de eso no… escucharé a mi cuerpo que me sabe contar muy bien que le pasa. Adelgazaré. Muscularé. Y que les den, a ellos con sus palabros incomprensibles, con sus opiniones médicas contradictorias, con su afición al bisturí.

2. Me voy a la KDD de Furias. El puente de mayo, 5 días navegando, rodeada de primos de Cocoliso. Tengo ganas. Aunque me duela. SI total, en casa me va a doler igual.

3. No pienso colgar cuadros en mi renovada casa. Las paredes están lisas. Me molan.

 

 

9 años

Alex Cabedo – 16.3.2003 – 16.3.2012

Mi brother, mi amigo del alma, compañero de batallas y botellas. Me enseñó a respetar aunque no te respeten. A exprimir la vida haciéndole un guiño. A que a veces no son necesarias las palabras.

Hoy hace 9 años que nos dejó y sigo echándole de menos. Nueve años en los que ha estado a mi lado, me visita a menudo, me susurra al oído mientras duermo. Nueve años tras compartir juntos apenas dos… que cosas, verdad?

Te quiero, brother. Need u so mucho todavía!