Nenúfares

Instalar el riego automático me llevó dos días de recortar tubitos, encajar unos chirimbolos y averiguar que cantidad caía… Hoy he decidido usarlo, pq me marcho en dos días y quería comprobar que todo estaba en su sitio. Le he dado al ON a las 23 horas… y claro… me he olvidado de apagarlo. 45 minutos de agua…. mis plantas deberán transformarse en nenúfares si quieren sobrevivir :( (( Mis 14 tomateras, con sus mini-tomates!! y las dos supervivientes de Amsterdam!! Con lo bien que olían y lo preciosas que están… seguro que mañana me levanto y han fallecido, ahogadas por su propia madre. Aargggggggggggg

Y entre chorros de agua, llega un sms que me avisa de un mensaje en cierto blog. Y como soy una bleda, lloro de emoción al leerlo…

Hace dos años largos ya que S y yo luchamos con nosotros mismos, sacando adelante una relación por la que ningún ser sensato daría dos céntimos. Distancia, formas de ser, situaciones personales… en todo somos la noche y el día. Como bien dijo el otro día E en el coche, “C es demasiado aventurera, S demasiado matemático”. Ocho años, la tía. Lo que nos espera… Sin duda, tiene razón. Pero esta es mi mayor aventura, y estoy convencida que la ecuación más complicada de resolver con la que S se ha tenido que enfrentar nunca…

Que coño. Nos queremos con locura…

Ainshhhh…..

Tercera mudanza

No sé que es peor, si mudarse en la vida real o aquí dentro. El cierre de Avierto fue un drama para la gata, quien había encontrado el rincón ideal donde vivir laaaargo tiempo, cuidada por su querida Leny! Pero todo lo bueno se acaba, y después de unos meses siendo homeless, me voilà! Esto debe ser lo más parecido a un albergue “long term residents”, donde puedes personalizar un poco la habitación que te han asignado, idéntica a todas las demás. Así que, tal y como hice en Cork hace una eternidad, me dispongo a sacar celo, fotos y libros para hacer de este rincón mi nueva casa :)

Llego con una mochila cargada de sentimientos y anhelos, recuerdos dolorosos y otros que me hacen sonreir. Pero sobre todo, como siempre, con un montón de ideas locas bullendo en mi cabeza…

¿Dejaré de soñar algún día? Espero que no…