se van quedando personas. Gente a la que quiero, con la que he compartido poco o mucho, pero compartido. Pq no entiendo otra manera de relacionarme, soy así de gilipollas. Y cuando un buen día ves que de repente esa persona se baja del tren, generalmente sin demasiadas explicaciones, se te queda una cara de tonta…
Y últimamente son demasiados los que se van apeando de mi vida. Tal vez es que hayan llegado a la estación que marcaba su billete, pero lo cierto es que tengo una seria sensación de que han hecho el trayecto de polizones, sin pagar por lo que reciben. Que cuando ya no les ha interesado, se han bajado y punto.
Y me cabrea. Mucho. Me cabrea más de lo que me pueda doler, porque sé que seguiré admitiendo pasajeros sin esperar a que pase el revisor, pq sé que seguiré compartiendo y se me seguirá poniendo cara de gilipollas cuando vea como se descuelgan sin un mísero bye-bye.
¿Debería aprender yo a hacer lo mismo? Tal vez, pero sería como saltar de mi propio tren en marcha…