Física y sobre todo, mentalmente. Muchos kilómetros en una semana, joe que grande es España, pocas horas de sueño, muchas risas histéricas para ahogar las lágrimas que asoman en cuanto te despistas. Muchas horas de conversación con E y P, incondicionales, serenos en plena histeria, preocupados por mi y porque no decirlo, un poco alucinados. Especialmente P, que se veía ya frente a un Velazquez hoy por la mañana… Queda pendiente. Prometido
Calle Hileras & Prado for you!!!!!!!
Una gota, con G, llena un vaso. Y se vierte el contenido, ese que durante tantos meses has estado vigilando de reojo, sin mover el vaso de sitio no fuera que se derramara. Y se derrama. Todo. TODO. Ni tú sabes lo que llegaba a caber en el puto vaso… dejándolo todo chorreando, observando como se forma un lago, un riachuelo, como “ça coule” sin que puedas controlarlo.
Trois jours et ça coule encore… y sí, era una gota, pero menuda ha liado la japuta… Mientras chapoteo entre tanto líquido ya putrefacto de tanto tiempo estancado, su mano sostiene un espejo en el que me reflejo. No reconozco la imagen, esos ojos líquidos, esa piel ajada, esa mirada triste. Yo no soy esa. Yo no era esa. Yo…. yo ya no sé quien soy. Acaso esa locomotora de 10.000 toneladas de Fer? esa que no sabe tocar el pito y arrasa los pasos a nivel? Donde está la seguridad, la fuerza, el ánimo, las ganas.. de repente, una miserable gota ha podido borrarlo todo?
Quiero recuperarme. Quiero ser yo. Quiero seguir sufriendo ante ciertas actitudes. Quiero seguir siendo la borde a los que todos quieren – los que la quieren, claro-.
Quiero recuperarme. Me necesito, me echo de menos…