LLegó el día, y contra todo pronóstico, he cumplido lo planeado. Termina el salón, dejo de currar…

Esta mañana ha sonado el despertador a las 8. Lo he apagado y he alargado, arrebujada entre las sábanas, saboreando el duermevela, meciéndome entre  sueños…

Y como previsto, una buena sesión de espalda.  Sin prisas, sin correr entre ejercicio y ejercicio, sin combinarlo con llamadas al móvil y concentrándome en mis músculos y mis vértebras.

Ducha sin prisas; crema; respiro hondo; suben las medias, cae el vestido; me maquillo discretamente; respiro hondo. Creo que jamás había tardado tanto en cambiarme en el gimnasio

Recados náuticos: ya tengo baterías para Zakkai, ya podremos empezar de nuevo a navegar!!!!

Me he sentido cumplable. He estado nerviosa. Pero pienso seguir adelante, necesito parar… y quiero hacerlo! QUIERO PARAR! Y como para recordármelo,

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Hoy es el primer día de mi nueva vida. Y sin embargo, querría que estuvieras también en esta…