Una se va unas cuantas semanas y regresa encontrándose la casa llena de polvo…
Dejad que me ate un pañuelo a la cabeza, saque el mocho, y cual una Carmen Maura Almodovariana, deje esto como los chorros del oro antes de empezar a contaros cositas…Y es que vuelvo a estar llena, y como no es plan de ir vomitándolas por ahí, mejor aquí, que queda todo más “íntimo”…
¡Hasta dentro de un ratito!