Arriba y abajo, a la derecha y a la izquierda, giro sobre mi misma, doy un salto p’alante…
Cada día es distinto, cada momento es diferente. Sólo comparten un sentimiento, del que no consigo librarme… y es siete meses después, no puedo dejar de preguntarme como puede ser, como será mi vida sin él, como hemos podido llegar a un nivel de mierda tan elevado. Intercambiamos correos de odio entrelazado a cifras, ni encabezado ni firmas, ni un como estás. Dinero dinero dinero… Y me está haciendo daño, pq no me permite cerrar un capítulo muy denso, cada día algo me obliga a pensar en él (como si necesitara excusas para eso…): facturas que siguen llegando aquí, pagarés con problemas, reclamaciones que no obtienen respuesta…
La presencia de A es todos los foros no me ayuda a olvidar. Desprecio, compasión, manía, tal vez hasta odio … ¿no serán acaso la máscara bajo la que escondo otros sentimientos que no puedo ni plantearme? posiblemente… le querré siempre, por mucho que me cabree. Toqué el cielo. Y no soy capaz de olvidar a que huelen las nubes…
Estudiar por las mañanas, espalda por la tarde, médicos cada dos por tres, visitas al varadero, gestión de fotos… voy todo el día de un lado al otro para acallar los runrunes, pastillazo por la noche para no oir esas voces en mi cabeza cuando todo se vuelve oscuro. Estoy triste, que coño. Pero …
¡lo disimulo estupendamente!