Sola

Mentira, no estaba sola. Estábamos los dos. Juntos, a la par, tranquilos, a nuestro ritmo.  Primero la mayor, luego el génova. Y el momento mágico de apagar el motor e intentar relajarnos…

La semana no podía acabar mejor, después de tanta borrasca, tormenta, subes y bajas.  

Mi nueva vida, que aún no ha empezado, ya me hace feliz :)   Y no necesito que me rescaten, pero thank youuuuuuuuuu

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